Con motivo del centenario del Convento de Santa Ana en Royappanpatty, las hermanas de la congregación decidieron construir, en 2012, un centro para la atención y educación de los niños y niñas de la zona que, debido a sus discapacidades, no recibían ningún tipo de atención ni formación y suponían además, una carga para sus familias, que no contaban ni con los conocimientos ni con los medios para atenderles debidamente.

El centro, que cuenta con unas instalaciones mínimas, actúa como centro de día y proporciona formación básica, reglada y no reglada, además de diversos programas terapéuticos, fisioterapia y actividades recreativas a 25 menores con distintas discapacidades. Los padres también reciben formación sobre cómo tratar y atender a sus hijos.

Las revisiones efectuadas por el Gobierno recomendaban la construcción de un nuevo edificio con jardín para el correcto desarrollo de estos menores. Por ello, la Fundación ayudó durante 2015 en la financiación de la construcción de un nuevo edificio con dos clases, cuatro aseos, un tanque de agua y un parque junto al edificio principal.

Anteriormente, en 2013, la Fundación también financió la compra de un pequeño autobús para facilitar el transporte de estos menores de sus casas a esta escuela.