El orfanato de Joachim Anbagam tiene por objetivo acoger y ofrecer unas condiciones de vida mínimas para los niños huérfanos y más desfavorecidos, y favorecer su educación para procurarles una nueva opción de futuro que no vulnere su condición humana. Inaugurado en el 2009, fue construido y equipado por la Fundación para dar alojamiento y educación a 150 menores.

Los menores estudian los seis primeros años de educación primaria en la escuela de Santa Ana y, por acuerdo del Gobierno, los que terminan, son trasladados a otros centros de enseñanza pertenecientes a la Congregación de las Hermanas de Santa Ana para continuar con su educación.

Aunque el orfanato y la residencia de menores de Joachim Anbagam tiene una capacidad para 150 niños y niñas, la falta de recursos hace que actualmente el centro albergue solo 130 menores. La crisis y la reducción en las ayudas privadas han llevado a la Fundación a solicitar apoyos para que este orfanato pueda seguir atendiendo y educando a menores que realmente lo necesitan; pues en la zona, a pesar de existir iniciativas similares, la necesidad sigue siendo todavía una realidad.

El mantenimiento de este hogar de acogida que da alojamiento y atiende a las necesidades más básicas de los menores más necesitados de la zona, les permitirá acceder a una educación de la que estaban privados, alejándose del trabajo infantil y logrando las herramientas que les permitan romper con los vínculos que les unen a la pobreza y acceder a un futuro mejor.