La Fundación Esperanza y Alegría entrega los diplomas a los alumnos de la VII edición del curso de Jardinería

La Fundación Esperanza y Alegría y la Asociación de Vecinos de El Pozo del Tío Raimundo entregaron los diplomas de fin de curso a los 12 alumnos de la séptima edición del proyecto de integración sociolaboral para jóvenes que tiene como objetivo facilitarles el acceso al empleo a través de la formación en jardinería. Estos alumnos recogieron sus diplomas tras haber finalizado su formación teórica de 390 horas y continúan ahora con sus prácticas profesionales con ACCIONA en los parques y áreas verdes de Madrid.

En el acto participaron María Moreno, presidenta y fundadora de la Fundación Esperanza y Alegría, Esperanza Castro, voluntaria y alma mater del proyecto Sé Esperanza, Gabriel del Puerto, presidente de la Asociación de Vecinos de El Pozo del Tío Raimundo y José Francisco Esperón, docente del curso.

“El objetivo es hacer barrio y hacer personas”

Mohamed, Alejandro, Luis Enrique, Birame, Hamza, Abdur Razak, Daouda Watara, Abdelillah, Mamadou, Youssouf, Somoroy y Guillermo son los nombres de los 12 alumnos que, tras haber finalizado con éxito su formación, buscan ahora una oportunidad para trabajar.

María Moreno les dio la enhorabuena de manera individual a cada uno de ellos y les animó a continuar esforzándose para encontrar un empleo y poner en práctica la experiencia y los valores aprendidos. Agradeció, además, el apoyo recibido en esta edición de entidades como Bankia y Fundación Montemadrid, presentes en este acto. También dio la enhorabuena a los alumnos de la VIII edición que acaban de comenzar un nuevo curso y agradeció el apoyo de Fundación Cepsa, ACCIONA, FCC, Clifford Chance y Fundación A.M.A.

Esperanza Castro quiso dedicarles palabras de ánimo e impulsarles a estudiar mucho para salir adelante y seguir perseverando.

Gabriel del Puerto les recordó que “el esfuerzo se compensa” y que hay que “aprovechar cada oportunidad” y les recordó la importancia de trabajar en equipo: “El objetivo es hacer barrio y hacer personas”, matizó.

Por último, José Francisco Esperón quiso recordar a Salma, “la mejor alumna de esta edición”, quien no pudo acabar el curso por un problema familiar y tuvo que abandonarlo para regresar a su país, pero volverá para terminarlo. Además, también quiso agradecer a las empresas que se involucran con los alumnos, pues recordó que son “grandes profesionales, pero que carecen de papeles”, por eso es importante contar con el apoyo de las empresas.

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