De universitario a sin papeles, la lucha en vida de F.

F. no quiere revelar su nombre, ni tampoco quiere que se vea su rostro por si su madre lee la entrevista. “Me preocupa la salud de mi madre y lo mal que lo pueda pasar si sabe lo que estoy viviendo. Para ella estoy bien y eso es lo que me importa”, dice F. con cierto pudor.

F. es originario de Senegal, llegó a España en 2017 y en 2019 hizo el curso de Jardinería de la Fundación Esperanza y Alegría. En el curso destacó por su participación y fue la persona que habló en representación de sus compañeros cuando entregamos los diplomas de fin de curso. Su dominio de español que aprendió sin ayuda, le permiten expresar bien sus ideas.

Viajar a Francia para hacer un máster

La suya es una historia de lucha y de vida. Una lucha constante para vivir “con un poco de dignidad y amor propio”.

F. estudió en la Universidad internacional de Dakar Logística y Transporte durante cinco años. Cuando terminó pensó en irse a Francia a hacer un máster que le permitiera ampliar sus conocimientos y le diera mayores oportunidades laborales. Consiguió que el ayuntamiento de su ciudad le becara y se marchó a París, con un futuro prometedor por delante.

Cuando llegó a la universidad parisina, se encontró con el primer escollo burocrático. En la universidad le informaron que en su país había cambiado el gobierno y que la ayuda que le habían proporcionado ya no existía, se la habían denegado.

F. se sintió turbado en un país extranjero, en el que domina la lengua, pero al que sin beca ya no tenía derecho a residir. De los hermanos que tiene, uno de ellos vivía en Madrid y se vino para aquí. De esta forma tenía algo más de tiempo para reconducir su vida y pensar qué camino seguir ahora que Francia ya era el sueño robado para él.

En Madrid se encontró con los siguientes problemas. Su carrera, a diferencia de Francia, no se convalida por lo que no está reconocida. F. se había convertido en un sin papeles. En el tiempo que lleva en nuestro país se ha encontrado con oportunidades laborales truncadas por esta falta. Es la pescadilla que se muerde la cola, sin papeles no puede trabajar y sin trabajar no puede vivir.

Le da pudor mendigar, “es algo que no haría ni en mi país” y se siente con el vacío de no tener un oficio. “Aunque no tenga trabajo sí que me gustaría tener un oficio, creo que así es más fácil conseguir algo, pero ahora mismo no tengo ni eso”. La educación y la formación le importan mucho, por eso, desde que ha llegado a Madrid, además de haber hecho el curso de jardinería con la Fundación, ha hecho un curso de cocina y otro de atención a personas mayores con la Asociación de San Lorenzo en Madrid.

“Aunque no tenga trabajo sí que me gustaría tener un oficio, creo que así es más fácil conseguir algo, pero ahora mismo no tengo ni eso”

“Conseguir un contrato de trabajo es demasiado duro. Es más fácil contratar a alguien que tiene papeles que a alguien al que le tienes que regularizar su situación”, matiza F. consciente de su problema y aclara “no quiero denunciar, cada país tiene sus normas y sus reglas, esto también pasa en Senegal y yo estoy conforme con esto, solo quiero que me escuchen, que haya comprensión y que se sepa lo que estamos viviendo para que no sigamos viviendo en este peligro”.

Una vida en peligro

A F. su situación le asusta. Uno de los miedos que le atormentan es que va por la calle sin documentación y piensa que, si algún día le pasa algo, no habrá nadie que le puede identificar y avisar a su familia. La falta de papeles le ha robado la identidad.

“Me gustaría tener un trabajo para poder vivir, solo pido eso, conseguir un poco de dignidad y amor propio. Me gusta Madrid y me encantaría poder seguir viviendo aquí”.  F. se levanta cada día buscando una oportunidad, que le saque de la mendicidad, que le mantenga ocupado y que le proteja del peligro de estar en la calle.

Si puedes ayudar a F. llámanos al 913 106 962 o bien escríbenos un correo a fundacion@fundacionesperanzayalegria.org.