Construimos seis pozos en India para abastecer a más de 5.000 personas
Construimos seis pozos en India para abastecer a más de 5.000 personas
Construimos seis pozos en India para abastecer a más de 5.000 personas
Construimos 6 pozos en India para abastecer a más de 5.000 personas
La Fundación Esperanza y Alegría y la Fundación Tomás Pascual y Pilar Gómez-Cuétara, –en el marco de la colaboración firmada entre la Fundación Esperanza y Alegría y la empresa social AUARA-, construyen seis pozos en varias localidades rurales del estado de Tamil Nadu, en India.
Con este proyecto, que comenzó en 2018, se proveerá de agua potable a más de 5.000 personas que, desde hace tiempo, se enfrentaban a una aguda escasez de recursos hídricos tanto para consumo, como para aseo. También tiene un alto impacto educativo, pues la construcción de pozos en centros escolares contribuye a mejorar las condiciones de aprendizaje de 1.700 alumnos que no tienen que ausentarse de la escuela para ir a buscar agua.
Los beneficiarios son personas desfavorecidas, muy afectadas por la pobreza y que viven en zonas rurales y a los que se les impartió formación en salud e higiene.
La instalación de los pozos se ha realizado en los siguientes centros Hogar Mother Theresa y St. Joseph’s Home for Boys (Nazareth), St. Mary’s Girls Hostel (Melapudur), St. Ignatius High School (Avarampatty), St. Sebastian Church & Higher Secondary School (Anaikaraipatty) y St. Joseph the worker Church (Thuvarankurichi).
HOGAR MOTHER THERESA
Dos de estos centros educativos, el Hogar Mother Theresa y St. Joseph’s Home for Boys, los apoya la Fundación Esperanza y Alegría desde el año 2013. En el Hogar Mother Theresa se localiza uno de los dos primeros pozos construidos con los fondos dotados Fundación Tomás Pascual y Pilar Gómez-Cuétara.
Este Hogar, que actualmente acoge a 60 niñas, pobres, y en su mayoría en situación de orfandad disponía de un pozo de más de 30 años de antigüedad que llevaba mucho tiempo sin dar servicio. El centro poseía además un tanque de agua, que el gobierno indio llenaba todos los días durante dos horas y cuya agua no era apta para el consumo. La única agua que podían consumir y que era propiedad del gobierno, se encontraba a 200 metros del centro, lo que obligaba a las niñas a ir a buscar agua, al menos dos veces al día y suponía un coste para el centro.
Con la construcción de este pozo, se reduce el riesgo de tomar agua no apta para consumo y de contraer enfermedades. Además, disminuye el absentismo escolar ya que las niñas dedican más tiempo a estudiar y jugar, en lugar de ir a buscar agua. También supone un ahorro para el centro.
Si quieres colaborar con la Fundación Esperanza y Alegría y llevar más agua a India, hazte socio. Con 20€ al mes podemos llevar agua potable a 12 personas. ¿Te unes?